ENRIQUE, EL NAVEGANTE
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El Tiempo hoy
miércoles, 2 de julio de 2008
San Juan en Patmos
No sé si San Juan estuvo fisicamente en Patmos, aunque anduvo cerca, pero la familia viajera sí que amanecimos en ésta bonita isla griega, y los primeros golpes de llamada a la puertra, de Miguel y Toni..."abuuu,abiiita", y por ser San Juan allí aparecieron ttodos,como el camarote de los hermanos Marx, con presentes a los dos onomásticos que aquello parecia nochebuena. Patmos es una pequeña isla en el Mar Egeo(Aggian), es una de las islas del Dodecaneso, que en mi época se estudiaba, con unos 2.500 habitantes, siendo las poblaciones más importantes Skala y Hora, y las iglesias y comunidades pertenecen a la tradición ortodoxa oriental. Dado que es imposible acceder al pequeño puerto, fondeamos fuera y a tierra éramos trasladados en lanchas, con lo que éste despertar griego tuvo más morbo. Es una isla con mucha vida en verano, por los viajes turisticos, y lo principal que hay que ver es la cova(cueva)en dondehemos de creer estuvo San Juan el Evangelista, por su mención en el escrito cristiano del Apocalipsis. En la introducción del referido libro se dice que el autor, Juan fué desterrado en Patmos, y que ahí tuvo y escribió sus visiones sobrwe Jesús. Las tradiciones primeras del cristianismo identifican a este Juan con San Juan Evangelista. Por supuesto que bajamos a la cueva y oramos al estilo universal de la iglesia ortodoxa. Un pope limpiaba el interior de la cueva, y otro el exterior por la incivilización de los visitantes.Hacía calor y mientras compraban souvenires, con litronas de agua griega...rebautizaba a Toni y Miguel. En el ágora de Patmos, nos sentamos a descansar y librarnos del calor con unas cervezas Mytos en lata. Dado que teniamos que estar a bordo antes de las 15.30h , embarcamos nuevamente en las lanchas, y unos se fueron al restaurante Regency, y otros directamnte al bufett. La siesta refrescante era de justicia, además de reparadora para los cuerpos de navegación. Más duchas, más pulcritud, y ya fresquitos a contemplar el Mediterráneo y el Egeo en toda su extensión, bien a babor ó estribor. Tras la cena de los peques, su reconversión al pijama, y a la cena de los mayores, en donde encontramos inapetencias fundadas, y para que la digestión fuera casi perfecta lo mejor era irse a la discoteca, y despedir a todos los sanjuanes como se merecían.Los jóvenes sevillanos, abriéndoseles la boca se marcharon antes.
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