Que ni mucho menos se trata de dos "fichajes" futbolísticos en la sesión de contratación invernal, si no que sencillamente me hallo en el Madrid de mi juventud, desde la calle Toledo en el Instituto San Isidro, hasta la Complutense, más allá de la Moncloa, y ahora desde mi ventanal de Las Suites de Chamartin diviso el Madrid de Arturo Soria, que en eso de "planificar" era un monstruo, y me siento ante el ordenador para imprimir "mis bloguerías", recordando en éste apartado ¡cómo no! al Maestro D. Ramón Gomez de la Serna, con sus "greguerías" de mis años jóvenes, y es que cruzando en carretera de Sur al Centro se evidencia lo mal que "anda" comunicada Almeria, pues en automóvil se llega antes que en los "renovados" ferrocarriles, que aún se encuentran muy lejos de "tocarles" con la mano-Ave, y si éste medio es insufrible, el aéreo ¡que les voy a contar!, que no está hecho para poner pié en escalerilla, por lo "desorbitado" de sus precios, y es que en éstos pensamientos estaba, tras darme de bruces, en un estrechamiento de gargánta del Despeñaperros con el Talgo que bajaba hacia el Sur "a paso de banderilla", y con el saludo cervecero de mis amigos de Alhucemas, hago tiempo para comer con un viejo y joven amigo, a la vez, antes de "pasear" por Carabanchel y llegar al "Gómez Hulla" a visitar a "pepito el de las caderas", que como buen profesor de idiomas, quedóse agradecido por mi presencia, dado lo "nulo" que soy para que me vean en "estos lugares"... y éstas son las secuencias de mis primeras horas en la villa y corte.
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