Nos queda París

Con esta frase del cinema del clásico Casablanca, nos deslizamos en la jornada europea contra el terrorismo, celebrada en la ciudad de Paris este domingo, con presencia de más de 60 políticos primeros ministros, y la asistencia de más de 3 o 4 millones de ciudadanos, que ya no importa la cantidad sino la calidad de esos ciudadanos que se echaron a la rue para decirle al mundo que, matando alegremente y en nombre de no se sabe quién, cómo si toda la humanidad estuviera en contra del Islam, es desconocer las reglas del juego democrático que precisamente muchos de esos pueblos esbirros y fanáticos deberían reciclarse en el juego y reglas democráticas, abandonando sus regímenes totalitarios y antidemocráticos, al tiempo que entre nosotros se debe tener un debate del "por qué" se ha llegado a esta situación de barbarie e incomprensión en el mundo que nos rodea, reconociendo por ejemplo que no hemos  hecho  nada especial en los paises de adopción, por la integración total de los ciudadanos que se nos han incorporado, en níveles de normalidad sin exigencias ni posturas estatificadas, pero de cara al futuro y para las generaciones venideras debemos clarificar posicionamientos de igualdad sin escalones a nuestras medidas, aunque tampoco hagamos cacicadas con motivo de lo acaecido en París, para rebajar los niveles de poder circular por el mundo sin registros ni cortapisas, o que empecemos volver al pasado cacheándonos en cualquier paso de frontera, puerto o aeropuerto, que no se trate de querer regresar a la disminución de derechos y libertades, ¡eso jamás! al socaire de esta matanza o de aquélla, ¡qué no! que nuestro deseo estriba en que no nos amordacen ni nos coarten la libertad que nos hemos ganado tras muchos años de dictadura, y es que ya se sabe, cuándo ocurren hechos cómo los de la semana pasada en París, sobre el principio de la Unidad de todos contra el terrorismo, se comienza a tener "reuniones" los encargados y gestores de la lucha antiterrorista, o sea los ministros del Interior, y algunos con sus antecedentes ideológicos o educación conservadora, de inmediato se "ponen a la tarea", y comienzan a coger la tijera y hacer cortes y recortes a los derechos individuales, y miedo me da, que con este motivo le peguen un grave recortazo a la inmigración que no cesa...pero hay que ver que, todavía nos queda Paris...como en Casablanca para debatir serenamente sobre estos asuntos, antes que volver al pasado.