Y hasta el año que viene

Ya con la retirada de los camellos, un año más despedimos a estas fiestas hogareñas y familiares, pero con la carga de los años, aunque muy bien te halles, van dejando de ser tan entrañables pues las distancias y los trabajos con escasos días de vacaciones, hacen casi imposible la concentración, y es que este final de año, ya pasado, ha estado dedicado a la ciudad de la luz allá en tierra extraña, cómo diría el genial de Torre del Campo, pero la diversidad kilométrica se acorta gracias a las aplicaciones diferentes que, en la modernidad, te ofrecen los teléfonos móviles, y da la impresión que por esta vía los seres queridos se encuentran casi a tu lado, que hasta crees que puedes abrazarlos o al menos esa razón de tu vivir te da la fuerza suficiente, y habiendo finalizado la cabalgata de fantasía, con algún que otro accidente como el rey Baltasar ¡tenía que ser el de color! en tierras nijareñas que al chocar con un cable la carroza la peana con el adorador a tierra fue, y desgraciadamente los niños de Níjar verían a todo un rey ¡por los suelos!, confiando que supere este trance, y a partir de ahora volveremos a nuestros quehacéres ordinarios, con nuestros contactos sevilla-madrid-parís, paseos, lecturas y escrituras, y volverán a la palestra, en un año electoral, con nada más y menos de tres consultas a las urnas, en el terreno municipal, autonómico y las generales, aunque la pillería del actual gobierno, éstas últimas quieren llevárselas a principios del 2016...y empezarán a mentir con sus capacidades y querer mostrarnos sus programas...que luego nadie los cumple, y el coñazo de pasearnos en nuestras narices a los soberbios y magnificos candidatos...que cómo decía un ¡hermano ya desaparecido! "no valen ni para tacos de escopeta", asi que  Feliz 2015.