Las encuestas y las gentes

Empieza a moverse el cotarro, que es tanto como decir que la vida política se va lavando la cara ante el devenir de campañas electorales que se nos viene encima, y los especialistas y empresas demoscópicas, que viven de esto, se echan a la calle y buscan através de teléfonos encuestando a los ciudadanos, dulces encuestas más o menos maquilladas, que luego ofrecen al particular y asi ya nos encontramos las primeras, al tiempo que las gentes se arremolinan con los grupos para empezar a componer las listas, que no son ni las de Schindler ni Falciani, si no las que te abren, para casi todos, las puertas del cielo, como son el Congreso y Senado, que es un modus vivendi durante cuatro años, pero en el caso que nos ocupa, prior tempore potiur iure, son las elecciones al Parlamento Andaluz, que se celebrarán a fecha cierta, el 22 de Marzo,y de esta forma ya se van y se tienen que formalizar los "que van" a representarnos, que sería lo normal que el derecho de representación nos diera, pero dada la idiosincrasia nacional resulta, que en general, nadie se cree que nos representan, y hasta los mismos electos  de las urnas por lo general, entienden que se representan a sí mismos, de ahí que eso de la lista de las gentes, tenga escasa fuerza electoral y si alguna tuviera, sería por las siglas o banderas a que se abrazan, ya que los nombres  nada dicen por lo que considero que sería bueno, que, junto a las propuestas verdaderas entresacadas de los programas electorales nos adjuntaran un pequeño currículo de sus estudios, proyectos y trabajos realizados, algo así cómo se hace cuándo se desea entrar en una empresa, ya que de esta manera podríamos conocer algo de la formación y personalidad de los que en esa "lista" acuden a un proceso electoral, evitandonos así la mediocridad de personajillos que se autoproclaman cabezas de lista...que no hay por dónde cogerlas...y por eso solicito que gentes, sí, pero que me digan qué estudios tienen, que han hecho en su partido u organización, cúal es su ideología y a quién desea representar si asímismo o a la ciudadanía, y a todo esto, se le debe unir una profusa y auténtica declaración de bienes, para evitar lo desagradable de estos primeros 35 años de democracia