El último puente

No se trata de ninguna película si no de que ya hasta el año que viene, detrás de la puerta, no va a existir otro puente cómo el que un buen número de ciudadanos han disfrutado este fin de semana y encima con un buen tiempo, al menos por aquí en el Sur, y el puentecito ha servido para que el sector turismo, con unos precios más bajos de lo normal, venga a satisfacer si no sus demandas sí sus cuentas de resultados, en un año que ha sido notable globalmente considerado, preparándose ya el sector a cubrir sus objetivos en la medianía de precios con las inminentes fiestas de Navidad y en dónde la mayoría de establecimientos hoteleros y gastronómicos piensan en unos precios razonables y no cargarse, cómo se ha hecho en otros tiempos, la gallina de los huevos de oro, y si hemos seguido el camino del turismo para abordar este post lancemos un órdago por el turismo, verdadera fuente de riqueza para el país y que no siempre ha sido tratado en su justo término, pues se ha apreciado incluso en los administradores de la cosa pública que estimaban y creían que era un aspecto folclórico de diversión y pasarlo bién y en dónde los agentes intervinientes del negocio turístico creían que primaba más el aspecto lúdico y divertimento que del puro negocio empresarial, craso error cómo se ha puesto de manifiesto en los últimos años, habiendo sido y lo es el principal motor que mueve nuestra economía, de ahi la atención que siempre le presta las distintas administracciones públicas, que tratan de arañar de otros servicios públicos, más presupuestos para este sector que actúa de locomotora de nuestra economía,y dicho esto, y en relación si no al turismo propiamente dicho, sí a los viajes que a partir de pasado mañana voy a emprender, una vez más camino de Sevilla, dónde me esperan unos días ya de calor navideño y de allí pasaré al aeropuerto de San Pablo para via Rayanair dirigirme a Paris al encuentro familiar, dónde entre paseos y visitas obligadas no turísticas, pues desde mi independencia guiaré mis pasos, en especial a andar con lluvia o sin ella y reencontrarme con el Paris incansable de continuar conociéndolo...y confío que desde allí se me ocurrirá algo para seguir estando presente en este humilde blog, y si no fuera posible les tengo que desear unas felices fiestas y un muchísimo mejor año 2015... que ya Mariano el soberbio e ingreido que lejos de pensar en el batacazo nos dice que vamos a crecer...pero no sabemos para dónde.