Las Navajas sin afilar

Con éste titulo les doy la pista de dónde estuvo ayer éste sinónimo navegante, que para un brillante lector no tendrá problema alguno cuándo acabe de leerme. En compañia de tres enfilamos el vehiculo hacia el levante de la "piel de toro", y en menos de tres horas nos hallamos en la ciudad de los LLanos, encontrándonos con un banderillero y unas entradas obsequio de la casa, y tras dejar el auto a buen recaudo desentumecimos los músculos por las calles de la ciudad, que hasta tiene ya "El Corte Inglés", y nosotros haciendo apuestas por quién lo verá. Haciéndole caso...a alguién que, en su partido nadie le ha hecho caso, nos fuimos en rectitud hacia "el Nuevo Puerto", que ya en alguna ocasión, dos lo conocían, y allí nos apostamos en la barra pues todo estaba reservado, y quién lo iba a saber, pues ibamos a la aventura, pero estuvimos muy a gusto, que "biennossupo" aquéllo, y hasta de postre hubo pasteles, algunos sin azúcar, y ya de allí a la plaza que nos pillaba enfrente...y el espectáculo deprimente pues los Montalvo no sirvieron, descastados, sin fuerza, más de lo mismo, y el público muy bueno...nada decia y por chiqueros empezaron a salir inválidos, que el primero fué tal la cojera, que le hicimos ver al usía, sólo nosotros cuatro, situados debajo de la Presidencia que aquéllo era ilidiable...y nosotros "lo echamos pa atrás" ¡ qué poder ¡...pero el segundo y ss. ya no nos hizo caso el Presidente, pero aquella gente se traga todo, sabe poco y es tan respetuosa que hasta que no se despiden los diestros no se levantan de sus asientos y se marchan...y así se lo hice ver a D.Benito Floro que me miró feamente. Así que la tarde no sirvíó y Morante, Talavante y Liria se fueron como nosotros, de aquélla ciudad sin saber su nombre, y si luego no es por la tortillita de jamón nos venimos descorazonados taurinamente...pues anda que no lo pasamos de bien recordándo y riendo. Y hoy a seguir con el proceso de supuración de mi maltrecha espalda.