...Iniciada por cualquiera de las escuelas taurinas, de las existentes por España, sean añadidas al Presupuesto Municipal o de carácter privado, y eso es lo que parecía ayer tarde el coso de la Avda. de Vilches...una adelantada clase practica, con asistencia mínima de familiares de los novilleros actuantes, que habrá dado que pensar al promotor del triste espectáculo don Oscar Chopera, que lo mejor que podía hacer ante la coyuntura existente era borrar de la cartelería la novillada, a la vista que no hay futuro con la presente lista de novilleros, quiénes todos parecen cortados por el mismo patrón, "un buen vestío de luces" (que en nada se parece a aquéllos "raíos" y de alquiler), "mucha gomina" y "andares ortopédicos", que dan la sensación de ir embutíos...y eso, con unas cuántas novilladas de mala muerte en pueblos y villorrios sus mentores y familiares, "deciden" que el chico está preparado...y hála a "parlamentar" con los "circuitos taurinos" ¡y si hay..."que poner" pues se pone), y así resulta que vienen tres para el Sur...con las faenas ya preconcebidas, para ésta importante clase práctica, pero por la puerta de chiqueros, salen 7 ejemplares (por el sobrero) del Marqués de Domecq, con muchos pies, y cabezas en su justa medida, que ya quisiera algún toro de las figuras...tenerlas, y ninguno de los actuantes merecen vestirse de luces, pues ni Victor Barrios, Galván ni Juan Ortega, se enteraron que estaban lidiando una seria novillada que más parecían una corrida de toros, pero a pesar del desconocimiento de la lidia que tenían, con el público, amigos y familiares a favor de aplaudir "todo", pues exigieron hasta trofeos, que el Presidente con buen criterio, denegó a uno, pero al del sexto, por el solo hecho de "dejarse que le echara mano", le regaló una orejita...¡y es que al presidente le entra el yuyu...con el corbatín teatral en la pierna!, y la clase práctica fué un rotundo fracaso.
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