Para mí es un lugar ideal en la costa almeriense, una barriada más del amplio término municipal de Nijar (Almeria), un mini paraiso de los 217 kilómetros de costa de la que disfrutamos, pero que hay que dejarse caer especialmente en el mes de setiembre, ya que en pleno verano no se les ocurra asomarse, y por supuedsto me he escondido allí durante tres días, disfrutando al máximo en compañia de una agradable pareja, que por estas fechas año tras año nos da por vernos, y como el levante ha sido muy suave, el ambiente ha sido casi normal, tan solo perturbado a la hora de comer, tanto en el chiringuito-restaurante La Playa como en el Playaamarga, que de seguir con ese mosquerío, no le arriendo las ganancias, y si enciman quieren mostrar cartas o menús dónde no se reflejan "todos los precios" el lío puede ser morrocotudo, práctica usual desprotegida para el consumidor, al que aconsejo que haga su respectiva reclamación y deje de volver a ese restaurante o chiringo...mientras las Administraciones no actúan con contundencia...pero es que esos negocios de hosteleria deberían sopesar que les trae mucha cuenta el colocar unos sencillos ventiladores...que ahuyentan a las asquerosas moscas, que curiosamente el martes, era tan enjambre...que me trague una, que se coló de rondón...y ya nos vamos preparando para la entrada del otoño, que ya está ahí mientras las noticias sobre catalunya, se amontonan...
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