Jueves Santo en Madrid

Con los primeros rayos de sol de tan peculiar jornada "que reluce en su plenitud", desde mi ventana asomada a la A1 y a lo lejos al aeropuerto de Barajas, miro al cielo azul y observo un coro celestial de ángeles revoloteando en un juego de la gallinita ciega y en donde juegan los Tonis y Migueles, se dibuja la aparición de una estela del sur, de la Sevilla eterna, de la que nos regocijamos y deseamos lo mejor del mundo, de ese mundo de infantes buenos e inocentes, por que el otro mundo mundial está para ni verlo, y si no vean como me puse en el anterior post, denominado ¡qué poca verguenza!, y es que ahora mientras Griñán llega a la Presidencia, los aduladores de toda la vida, los pelotas de siempre, los amiguetes del momento, ya reflejan sus aproximaciones, diciendo sandeces como ¡es la persona que necesita Andalucia!, ¿ahora ó antes también?, y es que Griñán, a juicio de éste navegante, debería soltar todo el lastre, que sin contar el que se lleva Chaves para acá, aún queda algún que otro personajillo radical y analfabeto, que tambíen podia facturarlo para la Cooperación Territorial, y aprovechar el tiempo de crisis, con un decrecimiento -5% en Andalucia, y con un paro que en 19 años no hemos sabido desterrar, para reducir, entre otras cosas, el gasto público, con lo que es necesario simplificar Consejerias y poner al frente personas que al menos tengan una formación y preparación, pues con ser maestro/a ó psicólogo/a no basta, y si puede ser, Presidente Griñán, que al personal que no deben imponerte, por lo del cupo provincial, lo examines previamente para ver su nivel socialista, y no te dejes embaucar ni engañar más como en tantos años han hecho, los que tú conoces como yo,con el pobre Chaves, del que espero deje también la SG del "aparato", pero que no la coja ningún acólito del de Jaén, y te hago una sugerencia, y es que para evitar el trasiego de coches oficiales viajando a provincias, de viernes a lunes, nombres a tu Consejo de Gobierno de Sevilla ó alrededores, ó prohibas mientras dure su mandato que viajen a sus provincias de origen (para ver a la familia) todos los fines de demana, que ya es de ¡cachondeo! s