Después del 7 de Julio

¡San Fermin!, que ya todo "guele" en España a toros, de aquí a Octubre, y cómo no os voy a dar mi mi particular visión, de lo que fué "una gesta" de José Tomás (que no es el sastrecillo valinte de Camps) en Barcelona dónde el Proum ha "cosechado 118.000 firmas para prohibir los toros en Barcelona, el último reducto existente, por mor de los representantes del pueblo catalán en el Parlament, dónde los verdes(que como dice un amigo mio, ni son verdes ni rojos), con los de Ezquerra, y algunos de los "mios" y de CIU, quieren echar abajo los toros en la Monumental, que se llenó para ver a un torero, que desde su Fundación lucha porque los toros no se pierdan allá, y una vez más se vistió de torero para demostrar a público y critica (de oscuros intereses empresariales periodísticos) que hoy por hoy es el único que es capaz de llenar una plaza, y que "sin mandanga" es el que hace el toreo eterno, sin trampa ni cartón, y por eso la plaza estaba atiborrá, de aficionados de todos los lugares de España, de Francia y América, encerrándose con seis astados, de los que tres estuvieron magnificamente preparados morfológicamente para que José Tomás, diese una lección de toreo, y esos morlacos eran 2 del Pilar y 1 de Victoriano del Río, pues los de Núñez del Cubillo mejor hubiera sido que se quedáran en el Sur, y los tres que lidió impecablemente, tuvieron su guasa, pues ni eran bobalicones ni de carril, pero él demostró con enjundia, arte y pellizco, cómo se ha de torear al toro que desparrama la vista y dá cornás, sometiéndolo y pudiéndole, y de ahí esas orejas ganadas a ley...aunque para éste navegante a mí lo de las orejas no me dicen nada, y los antitaurinos (no más de 15), tras la puerta grande, seguián megáfono en ristre diciendo tonterías, a los que saludé con cóña marinera ¡¡y el resto de los 117.985 firmantes!! ?donde estaban?, pero fué un viaje muy agradable y que mereció la pena con una comida agradable y suculentan, con paisanos en la "diáspora" incluidos, y mira por dónde en los servicios de la plaza, micioné con el gran maestro Paco Camino, y en el autobús de regreso al hotel coincidí con su segunda mujer y su bella hija, quienes pararon en la plaza Cataluña...y es que en Barcelona, dá gusto navegar.