Camino del portal

Nos vamos ya dirigiendo hacia el portal, lentamente porque cada vez nos ponen mas obstáculos en el camino como en este caso ha sido la infabilidad del Pontífice, descubriéndonos que allí"no habia ni mulo/a ni buey", la estrella en entredicho y los reyes...resultan que eran de Tharsis, vamos cómo de Huelva, y solo para dar en la cabeza a SS resulta que los belenes públicos o privados, en esta ocasión presentan un "pedazo de portal" para dar cabida a mulos y bueyes, casi gigantes, ¿qué mira que pensar que el occidente cristiano se iba a quedar sin bestias en el portal?, y también otro pope de la política anda estos días por Europa, visitando el portal que la Merkel ha configurado, con supervisor añadido y escogido adhoc para los intereses alemanes, y encima nos da un coñazo de europeismo, el mismisimo Mariano en rueda de prensa, que solo le faltó decir:"que Europa es él", y tan satisfecho se halla, que se esconde con los suyos, la interpalamentaria...que suena a una gran señora...¡que puede con todos! y en Toledo, porque allí hay "cigarrales", como el que ha construido la señora de Lopez de Hierro, y se da un baño patriótico con sus vasallos, y les dice "que lo que estamos haciendo es lo que habia que hacer...", y como aún no es tiempo de sacar el sobre B, para decirnos qué se propone hacer ahora, continúa con el sobre A, que es el de la herencia recibida, y que le resulta bien cómodo, a pesar del hundimiento que se viene forjando, véase últimas encuestas en el mapa autonómico, pero insisten, siguiendo a la teutona, que "precisamos más retoques y ajustes...", y el pepitogrillo de Hacienda haciendo cábalas por si se inclina a "dar la lista de morosos o no", cuándo todo ello es una pura milonga, y una forma de querer tomar el pelo a la ciudadania, pero da la impresión que todo está tan calculado que, sin una profunda revisión legislativa de las disposiciones vigentes, aquí "no se puede mover nadie", pues los poderes fácticos de siempre te agarrotan, como pudieron ver anoche en el programa de Jordi Ëvole sobre Baltasar Garzón, el juez juzgado, y después de ello ¿hay quién crea?