A falta de otra cosa, tras una suave comida consecuencia del calor y de la edad, que han de mantenerse equilibrada por la ingesta de liquidos, que compensan a tu organismo de los sofócos, producidos por las inmisiricordes temperaturas que padecemos, y que solo se puede mitigar con el pereenne chapuzón en la alberca, pues me dispongo a comtemplar la dura jornada del Tour de France en la alta montaña y la etapa que estoy siguiendo este 24 de julio es tan dura que casi me he puesto a pedalear a la par que Nivali o Quintana y claro a la cima del col he llegado exhausto, y es que hay que ver la afición existente en Francia a la bici, un poco mas que aqui, y mira que hay grupos enteros pedaleando por estos márgenes del rio, desde Huércal a Santa Fé, y refiriéndome a esta deportiva afición ciclista, hay que mirar risueñamente el disparate efectuado por la municipalidad almeriense, que ha convertido a la ciudad en un inmenso jeroglífico de carriles de bicis, que de momento están huerfanos pues no hay tanta afición para aparcar los automóviles y salir a bicicletear por tantos kilómetros realizados por el Ayto. cómo si fuera una obra faraónica solicitada por la ciudadania a raíz de las pasadas elecciones municipales, y es tan singular y disparatada la ejecución de tantos carriles-bici, que ayer mañana por un instante cerré los ojos y me transporté a Paris, en dónde he visto a cientos de ciudadanos usando las bicis particulares y las ofrecidas por la Alcaldía (algo que Userito propuso...y que jamás se vieron ) y en ningún rincón parisino ni en ningún barrio se vé la horterada del trazado del carri-bici, almeriense, habiendo lugares que nada mas salir al tranco de tu puerta puedes ser embestido por algún loco ciclista que pase por tu calle, asi que me gustaría conocer al autor del proyecto de haber convertido a la ciudad almeriense en un puzzle de carriles-bicis.
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