Sí, aunque mansita pero muy encastada y brava, que llegaron con fuerza y ritmo en el último tercio, y ninguno fué descarado de cuerna, como en corridas precedentes, pues es bien sabido que las "cabezas" nada tienen que ver con la casta y la transmisión, que si corren parejas bienvenidas sean, pero criar un toro con esas hechuras, adoleciendo de "motor" para nada sirve a la Fiesta, y los Jandilla salieron con "nota" y se llevaron la tarde por delante, hasta el punto de que puedo afirmar, que estuvieron muy por encima de los de "lidia y muerte", y es que el coso de Pamplona no es diferente a los demás, ya que si eres "prota" de las mal llamadas revistas de "le coeur", si eres cuasi modelo de una "firma" importante y los medios un dia sí y otro también hablan de tí, pues el terreno lo tienes abonado para triunfar en esos ambientes, y Pamplona no iba a ser menos, y alli se presentaron a plaza "alborotá" y llenazo como el de todos los días, tres maneras de ejecutar el toreo: Perera, sobrio y poderoso aunque su lote no dió más de lo que se vió, con la mala suerte de que casi lo mejor de la tarde lo hiciera, pero con el hándicap de que fuese el "toro de la merienda", de ahi el nulo caso que le hicieron, sombra y sol, Cayetano, el susodicho que en modo alguno se asemeja a su abuelo ni a su padre, pero le cupo la suerte de pillar "dos melocotones" dulces que metian la cabeza en la muleta y la llenaban y "pasaban" por allí, pero sin mando ni ajustes...vamos, ¡muy despegadito! y como eso de hincar la rodilla en tierra se ha convertido en el no va más, pues hála a matar como sea y una oerejita, de su primero y eso, que encima sin merecerla le pidieron una segunda, que fue denegada por la presidencia, pero com en su segundo "le dieron" otra orejita pues puerta grande, y la prensa taurina , parte, enquistada con la del corazón hablarán de la apoteosis de Cayetano...pero es que no la vieron...y el tercer espada era el peruano de cabeza y valor exagerado, que ya está dicho en este blogs, que si las cornás lo respetan, será un excelente mataor, quién despues de estar en su primero por debajo de las cualidades del toro, al que le dieron una orejita de poco peso, y al entar a matar a su segundo hecha muy mal la suerte, fué empitonado y en el suelo lo caló, y eso que reaparecia, pues otra vez a hule y yéndose en volandas a la enfermeria todavía miraba hacia atrás por si el toro habia caido...Perera lo descabelló, y aún asi el buen público navarro, le concedió una orejita...pero no puo salir a hombros...
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