Y lo que pudo ser una gran corrida de toros quedó reducida a la nada, pues el señor Nuñez del Cuvillo mandó un conjunto tan desigual que dificil fué encasillar, con lo que la Casa Misericordia y "El Potra hijo" deberían deshechar su contratación para el año que viene, tal como hacen las empresas del sur de Francia, que en eso nos aventajan, y por consiguiente los diestros actuantes, Ferrera sensacional con ese cuarto "de la merienda", el único potable de la contienda junto al segundo de lidia normal que le tocó a Talavante al que cortó una oreja, y se acabó con Ginés Martin, luchando con un lote manso y sin clase alguna, y a expensas que los Miura hoy pongan el broche final de una feria del toro, que si desea seguir siéndolo, es preciso que los "veedores" o el veterinario sevillano, hijo de "el Potra"...agudizen la vista y presenten a encastes de sobrado reconocimiento, pues excepto los Jandillas y los del Rio (que no son los folclóricos) el resto no ha servio pá ná, y otra cosa que deben tener clara el público que llena todas las tardes la plaza Pamplonica, es que no se puede "dar" orejas ¡hála, por darlas! como si se tratara de una plaza de pueblo o de capital de provincia, que casi todas son de segunda, y allí vale todo, pero una serie de corridas como la Feria del Toro en Pamplona, debe ser otra cosa...no vsliendo la profusión de orejitas concedidas en esta feria que hoy acaba.
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