Si en la corrida en la que "actuó" Ponce, según
"algunos" fue una "sinfonía" la de ayer tarde-noche, como
consecuencia de la desigual corrida de Zalduendo, aquello fue un total
"desafinamiento" por parte de Ferrera, que fue quién mejor afinó en
su lote, con torería, prestancia y sabiduría taurina, hallándose en un momento
dulce, que siga a matar el primero con dos orejas en la mano, y en su segundo
otra oreja y fuerte petición de la segunda, pero el Presi no le iba a
equipararlo con las 4 de Ponce que se las llevó en el avión a Bilbao.
El Juli, con un berrendito en su primero, se entretuvo en
mantenerlo en pié fallando a espadas, pero en su segundo, quinto de la tarde,
con casi tres cuartos de entrada, se desquitó y se acordó que había hecho el
"paseíllo" con el capote ganado el año pasado de la Virgen del Mar, y
con grandes pausas para que el morlaco pudiera reanimarse, le enjaretó series
cortos por ambos pitones y como se volcó en el morrillo, el Presi, viendo lo
que se le venia encima, sacó en un solo acto los dos pañuelos, lo que le dio la
oportunidad de salir a hombros.
Roca Rey, que hacia su presentación en esta plaza, se
"inventó" una "faena" a su primero, que no valía un
"duro", y con elegancia y buenas maneras, pero sin apretar el
acelerador, consiguó del buen público almeriense una orejita, para no irse de
vacío, ya que en su segundo no se dejó y encima falló a espadas, y eso es todo
lo que los retales de Zalduendo dieron en el coso de la Avenida de Vilches...y
esto que no es como lo de antes, se acaba y fin con los Victorinos...
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