Final de Semana Santa

El Domingo, antes de marcharme con Juanma y Cristina hacia Sevilla...a ver los toros, observé por Internet los 6 ejemplares de Zalduendo, y ya de viaje con mi hijo comenté que eran pequeñitos, bonitos, sin mucha cabeza, cornidelanteritos... y no sé por qué, que me los olía con mucha mansedumbre. Bueno, pero antes de salir, me quedé preocupado, pues Mar bajó a Urgencias con Miguelito, pues la fiebre le perseguía y la "olla" en el pecho,¡¡dichosos resfriados¡¡.Llamó Coi, y dijo algo de neumonía y otitis. Antibiótico, que los pediatras no entiendo por qúé no recetan,y en el viaje varias llamadas, preguntando por mi Miguel, que a la salida de la Maestranza me llamó, que quería hablar con su Abu, y ya que os puedo contar, que un niño de 2 años quiera hablar "estoy bueno" "te quiero mucho". Sigamos con el viaje, que con tráfico denso, pero ligero lo hicimos en tres horas, estupendamente.A descargar a su casa y comer en la rotonda, en lugar con unas "papas aliñás" un "tomate con bacalao" y "un arroz calduo" de fábula. Dejamos a Cristina en su preciosa casa, tras la distribución naranjil, y nos uimos al encuentro de Jorge,Ramón,Pedro,Miguel y Pilar, que la monumental, daban fin a un menú de 2 horas de asiento. A los toros, bueno a sentarse en una de las plazas más incómodas que podeis echar en cara ó culo. El ganao sólo para carne, ni Ponce ni Talavante, éste menos, nada de nada. El Cid, se llevó lo potable, y con esa izquierda de Manuel, me quedo. A la salida veo a Manolo, buen amigo, y nos veremos en 2 semanas escasas, en Feria.Me despido de Juan, y hacemos la tertulia y el paseo con los amigos de arriba, con los que despues de "picar" en Serranitos, Picadero y Robles, nos fuimos en "el tranvia" a la estación del Prado, y de gratis, subiendo a la "camioneta" de Sevilla-Málaga-Almeria, una barbaridad a la que no estamos ya entrenados...menos mal que a las 8 de la mañana estaba en el cortijo, para despedir a mis niños, incluyendo a sus padres y "chica" A las 5 tienen visita médica, pues hay que ver la evolución de Miguel.