No quiero alejarme...

Que no quiero alejarme de mi contacto con los blogeros es bien sabido...aunque haya alguién que esté deseando que desaparezca, cosa que afirmo aqui y ahora que no van a conseguir, a pesar de algunos comentarios que hacen seres anónimos, pues mi meta es la rectitud y el decir las cosas como son, sin dejarme nada en el tintero, aunque a veces pueda estar equivocado, y así siguiendo mi marcha, he pasado en el Valle dos dias magníficos con Jose Luis y Marta, contando cosas de la Almeria de los años 60 y 70, de las historias de Chile e hispanoamérica, de la globalización y del "impass" que está viviendo el mundo, en estos momentos, en un ambiente de mutua consideración, amistad y cariño, bajando a la ciudad a un recorrido cultural religioso, por las iglesias recorridas, y gastronómico por las visitas a Puga y Quinto toro, y tras la marcha de mis amigos a Mojacar, en la noche, al filo del siguiente dia, me encontré con la grata sorpresa de la visita de mis nietos con su padre y madre, que fué tal la emoción que no cayeron derrotados hasta padada las 1.30h., aunque resisti con mi yerno hablando de la angustiada situación económica del pais, hasta las 2.30h que abandoné el porche para buscar la horizontalidad. Hoy ha sido un dia de piscina con mis nietos, que me han rejuvenecido, y obviamente al final de la mañana y siguiendo los pasos de Toni, yo vestido al estilo musulmán, nos hemos encaminado al Purullo, magnifico bar de tapas, mientras hemos comentado la crisis que padecemos, pues estábamos sólos, y tras la siesta en horizontal, me pongo en el ordenador, y cuento esto, antes de marcharme al kilometro 21, a recoger a la mayor que en coche y con su prima viene de Madrid, estando ésta noche casi todos juntos...y no voy a la Asamblea de la Agrupación municipal, pues de derecho mi partido me echó, aunque no van a conseguir que piense como he de hacerlo, y en este caso de la tibieza de los llamados criticos participantes del circo de éstos últimos dias.